La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través del Museo Nacional de Arte (Munal), no solo promueven el acceso de las personas ciegas o con debilidad visual acompañadas de sus perros guía, sino que a través del recinto dedican recorridos guiados y actividades específicas para que los visitantes con discapacidad se adentren y disfruten su oferta expositiva a través del programa Munal+Inclusión.
En esta ocasión, en el contexto del Día Mundial del Perro Guía, que se celebra el último miércoles de abril de cada año, el recinto museístico del Inbal abrió su espacio este miércoles 24 de abril para que la maestra Monserrat Valdez y “Franco”, su labrador negro que la guía diariamente por las calles de la Ciudad de México, sensibilicen a los visitantes sobre la importante labor que estos animales ofrecen, con una conferencia en el Auditorio Adolfo Best Maugard.
“Un perro guía hace más eficiente la movilidad, porque, por ejemplo, naturalmente evaden los obstáculos, te colocan frente a las puertas o te guían en escalones. Con bastón, uno tiene que llegar al obstáculo para resolverlo o buscar las puertas”, explicó en breve entrevista.
La licenciada en Pedagogía, quien tiene siete años de experiencia entrenando a perros de asistencia, detalló que el primer factor a considerar es la selección: “Es importante que vengan de una crianza ética y responsable, porque 50% del éxito de su entrenamiento radica en la genética.
“Es preferible que sean perros de raza pura, porque conservan el genotipo y el fenotipo, es decir, el tamaño y tipo de perro y su temperamento; por ejemplo, los labradores tienen medidas adecuadas para transitar por los espacios públicos, pero también son muy adaptables, con energía media y nacen con un temperamento equilibrado”.
La maestra comenta que su entrenamiento inicia desde cachorros, pero es hasta los dos años cuando están listos: “Antes no, porque el perro tiene que madurar”.
Asimismo, menciona que ofrecen distintos tipos de servicio, de acuerdo con su entrenamiento: “Los perros de asistencia son aquellos que hacen tareas para mitigar la discapacidad de una persona y su acompañamiento es permanente, atienden a personas ciegas, sordas, con autismo, con movilidad reducida o discapacidad motriz, son de alerta y respuesta médica, así como de asistencia psiquiátrica”.
También explica que hay perros de terapia, así como de apoyo emocional, cuyo servicio siempre va acompañado de un proceso terapéutico y no están con su compañero humano de forma permanente, sino en situaciones específicas.
Sobre las recomendaciones que sugirió a quienes vean a una persona asistida por un perro guía en espacios públicos son: “Darles acceso y que no toquen o interactúen con el perro, porque están en servicio y pendientes de su humano. Si bien se educan para que, cuando tengan su uniforme, estén atentos de la persona a la que asisten, cuando los tocan pueden distraerse, porque son seres vivos. Si quieren interactuar con él, se sugiere avisar y que el ejemplar esté echado”.
Monserrat Valdez, acompañada de “Franco”, es usuaria del Munal, y sobre su experiencia en el recinto compartió: “Me gustó porque el personal está bien informado y es un recinto comprometido a difundir, sensibilizar y atender a personas con discapacidad.
“Cuando venimos nos dan acceso sin oposición, saben cómo asistirnos y cómo comportarse alrededor del perro. Cuenta con un equipo dispuesto a ofrecer charlas, actividades y material que nos permite conocer las obras expuestas a través de distintas estrategias, como el tacto”.
Asimismo, invitó a los distintos públicos a recorrer el Munal: “Es necesario venir, apropiarnos de los espacios, no solo para aprender de cultura general, sino para visibilizarnos”.
El Munal se ubica en Tacuba No. 8, Centro Histórico, alcaldía Cuauhtémoc, con horario de visita, de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.
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