Una relación sentimental puede terminarse por muchísimos motivos. Mentiras constantes, infidelidad, incompatibilidad de caracteres, se acaba la pasión... A veces, los verdaderos motivos que llevan a la ruptura ni siquiera se cuentan de puertas afuera por aquello de "los trapos sucios se lavan en casa". Algo así fue lo que intentó hacer Ariana Grande sobre el fin de su relación con el rapero Mac Miller.
Desde que se rompió la pareja a principios de mayo, se ha criticado a la cantante, haciéndola responsable de "abandonar a Miller" para centrarse en su nuevo proyecto. De hecho, se dijo que la ruptura era por motivos de trabajo, pero que ellos "seguían manteniendo una amistad".
Ahora, ella, cansada de todos y de todo ha despejado las dudas con un tuit: "Qué absurdo es que minimices el respeto de una mujer hacia sí misma y la autoestima de las mujeres al decir que alguien debería permanecer en una relación tóxica porque él escribió un álbum sobre ellas, lo que por cierto no es el caso. No soy niñera ni madre, y ninguna mujer debería sentir que debe serlo", dijo.
Y no faltó la mención a los problemas que Miller tiene con el alcohol: "Me he preocupado por él y le he apoyado para que estuviera sobrio. He rezado por su equilibrio durante años (y siempre lo haré, por supuesto) pero avergonzar/culpar a las mujeres por la incapacidad de un hombre para mantener su mierda es un problema mayor. Dejemos de hacer eso".
La pareja se conocía desde los 19 años, pero no iniciaron su relación sentimental hasta hace unos dos años en los que han vivido momentos intensos como el del antentado en Manchester.
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