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Una coalición recientemente formada en Jalisco desató un debate sobre la complejidad y los intereses en juego en la política contemporánea, en particular, en relación con el proceso interno de Morena en este estado.
Claudia Delgadillo, quien anteriormente mantuvo una estrecha relación con el fallecido gobernador Aristóteles Sandoval y la cúpula priista a nivel nacional, dio un giro inesperado en su trayectoria política.
A través del coordinador parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) local, Javier López Casarín, ha tejido acuerdos con el excanciller Marcelo Ebrard. Este último sostiene conversaciones con el partido de Dante Delgado con miras a una posible candidatura presidencial.
Esta maniobra ha suscitado críticas, siendo interpretada por algunos como oportunista y alejada de los intereses genuinos de la ciudadanía. La pregunta que se plantea en el ámbito político es si Claudia Delgadillo actúa por convicción política o si sus objetivos se centran meramente en mantener o adquirir el poder, independientemente de los principios ideológicos.
La incorporación de Marcelo Ebrard a esta alianza ha añadido un nivel adicional de complejidad y especulación en torno a las verdaderas motivaciones de esta coalición. Se ha planteado la interrogante sobre si esta coalición busca el bienestar de la sociedad o si está más enfocada en estrategias políticas y cálculos electorales.
En medio de esta alianza, la percepción común entre los ciudadanos de Jalisco es que sus necesidades y preocupaciones quedan subordinadas a las estrategias políticas y los intereses de los actores involucrados.
La creciente desconfianza hacia la clase política se acentúa, y la impresión de que los líderes priorizan sus propios intereses por encima del bienestar de la sociedad se vuelve cada vez más evidente.
Según coinciden las principales encuestadoras, el estado de Jalisco se encuentra en un momento crucial, ya que la intención del voto podría poner fin al gobierno de Movimiento Ciudadano en la entidad.
La evolución de esta coalición y su impacto en el proceso político en Jalisco serán seguidos de cerca por los ciudadanos y observadores políticos en los próximos meses.
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