La industria cinematográfica es testigo de numerosos cambios en las últimas décadas, no solo en términos de tecnología y narrativa sino también en la sensibilidad cultural y social. Un reflejo de este cambio se manifestó recientemente en el Reino Unido, donde la querida película de Disney de 1964, "Mary Poppins", experimentó una modificación significativa en su clasificación, de acuerdo a las normas establecidas por la Junta Británica de Clasificación de Películas (BBFC).
Este ajuste en la clasificación de una película que combina de manera magistral la animación tradicional con secuencias en vivo, y que cuenta la historia de una niñera extraordinaria que transforma la vida de una familia, marca un punto de inflexión en cómo el contenido es evaluado y presentado al público joven.
"Mary Poppins", protagonizada por Julie Andrews y Dick Van Dyke, fue reevaluada por la BBFC y ahora requiere que los menores estén acompañados por un adulto, al cambiar su clasificación de U (Universal) a PG (Parental Guidance).
Esta decisión se centra en el uso de terminología considerada discriminatoria, específicamente el término "hotentotes", una palabra que se utilizó de manera peyorativa hacia los khoekhoe, un grupo étnico de pastores nómadas de Sudáfrica.
El personaje del almirante Boom, interpretado por Reginald Owen, menciona esta palabra en dos ocasiones durante el film, lo que impulsó a la BBFC a reconsiderar cómo este contenido podría afectar a los espectadores más jóvenes.
La medida tomada por la BBFC se basa en un compromiso profundo con la protección de los menores contra contenidos que puedan ser perturbadores o influir negativamente en su desarrollo.
En palabras de la BBFC, la decisión se apoya en investigaciones extensivas sobre el impacto del racismo y la discriminación en los niños, al destacar la importancia de prevenir la exposición a comportamientos o lenguajes que los menores podrían encontrar angustiosos o imitar sin comprender completamente sus implicaciones.
Comments