Antuan Harfuch Velasco impulsa la vida nocturna en México con apuestas elegantes

17 de diciembre 2020

Antuan Harfuch Velasco no es nuevo en la escena. Con una historia familiar ligada a la hospitalidad, el empresario ha construido una carrera sólida desde los años 2000, cuando fundó Grupo Harfuch, enfocado en crear espacios que combinan alta cocina, atmósfera cuidada y entretenimiento.

Con el respaldo de cuatro generaciones dedicadas al ramo restaurantero, Harfuch abrió camino con conceptos como Anónimo Cocina, restaurante que en 2019 llamó la atención por integrar un speakeasy dentro del mismo espacio, desdibujando los límites entre gastronomía y vida nocturna.

“El objetivo no es solo alimentar, sino provocar una experiencia completa”, ha dicho Harfuch en distintas entrevistas. Su visión: diseñar lugares donde cada detalle —desde la música hasta la luz— contribuya a una experiencia sensorial.

Tras el éxito de Anónimo, siguieron proyectos como PNO by Anónimo, un piano bar que mezcló música en vivo con participación del público, y más tarde Sinatra, concepto que apostó por la elegancia como carta de presentación.

Su nombre figura en el radar de quienes buscan experiencias exclusivas, combinando tradición restaurantera con sensibilidad contemporánea. En cada apertura, Harfuch refuerza su narrativa: la hospitalidad no es un servicio, es una propuesta cultural.

Con ello, el empresario deja claro que el buen gusto puede ser rentable si se ejecuta con precisión. Lejos de seguir tendencias, Harfuch diseña ambientes donde cada elemento tiene propósito, y donde el público encuentra algo más que un lugar para cenar o beber.

Su estilo reservado, pero eficaz, ha consolidado a Antuan Harfuch Velasco como un referente de la noche mexicana: discreto, elegante y enfocado. Una fórmula que sigue creciendo sin estridencias, pero con paso firme.