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La tensión entre la administración Biden y Texas alcanzó su punto álgido el domingo, cuando la administración exigió a Texas que pusiera fin de inmediato a los bloqueos de la Patrulla Fronteriza en la frontera con México.
La solicitud llega después de la tragedia del viernes, donde una mujer y dos niños se ahogaron, tras ser denegado el acceso a la Patrulla Fronteriza por parte de Texas.
La carta dirigida al Fiscal General de Texas, Ken Paxton, argumenta que las acciones de Texas obstaculizaron operaciones y son inconstitucionales. El Departamento Militar de Texas niega los informes y asegura que no observaron migrantes angustiados durante el fin de semana.
Las tensiones entre el gobernador Greg Abbott y el presidente Biden se intensificaron, ya que Texas bloqueó el acceso de las fuerzas federales a una parte de la frontera. La administración Biden destaca que el gobierno federal tiene la autoridad exclusiva para hacer cumplir la ley de inmigración.
La Guardia Nacional de Texas restringió a la Patrulla Fronteriza a aproximadamente 4 kilómetros de la frontera con soldados, equipos y barreras físicas. La administración Biden recurrió a los tribunales para bloquear medidas que consideran interferencias en sus responsabilidades de aplicación de la ley.
En respuesta, funcionarios de Texas argumentaron ante la Corte Suprema que trabajan para garantizar el acceso de la Patrulla Fronteriza a una rampa para botes en el Río Grande. La carta de la administración Biden advierte acciones legales adicionales si Texas no detiene sus esfuerzos antes del 17 de enero de 2024.
Las acciones de Abbott, como el despliegue de tropas y alambre de concertina, tensaron la relación históricamente estrecha con la Patrulla Fronteriza.
Eagle Pass, epicentro de la crisis, experimentó una disminución en los cruces fronterizos, al pasar de miles diarios a alrededor de 500 encuentros diarios la semana pasada.
Con información de CNN.
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