El canciller Luis Videgaray, ha condenado la nueva política de “tolerancia cero” del Gobierno de Donald Trump y la ha calificado de cruel, inhumana y violatoria de los derechos humanos.
“El Gobierno de México en ningún momento promueve la migración ilegal, sin embargo conforme a nuestros principios constitucionales nosotros no podemos ser indiferentes ante un hecho que claramente representa una violación a los derechos humanos y que pone en situación de vulnerabilidad a niños menores, algunos incluso con discapacidad”, afirmó hoy en una conferencia de prensa después de que se le reprochara al Gobierno mexicano la tardanza en emitir una postura clara sobre esta política migratoria.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dijo que de acuerdo a información proporcionada por el Gobierno de Estados Unidos y a datos recabados por la red consular de México en aquel país, menos del 1% de los 1.995 casos de niños que han sido separados de sus padres son mexicanos.
“Nuestra red consular ha identificado un total de 21 casos de niños mexicanos que fueron separados de sus padres, de los cuales han sido repatriados la mayoría y permanecen en los albergues solamente siete”, dijo el canciller. El 99% restante son menores de edad que provienen de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Videgaray reiteró que han hecho llegar su posición al Gobierno de Donald Trump rechazando la medida y exhortándolos a que permitan y faciliten la comunicación cotidiana entre los menores y sus padres.
"Hemos entregado una nota para que sea entregada a las áreas correspondientes, donde expresamos nuestro rechazo, nuestra condena a esta política, y exhortamos al gobierno norteamericano, a cumplir con ciertas condiciones específicas que agravan la problemática de los niños que han sido separados de sus padres", manifestó.
La llamada política de “tolerancia cero” del Gobierno de Donald Trump, .aplicada desde abril, ha sido cuestionada por diversas instancias internacionales. Con la nueva medida la Fiscalía presenta cargos penales contra cualquier adulto que ingrese de forma ilegal a EE UU. Inmediatamente se le traslada a un centro de detención y, en caso de ir acompañado de un hijo, éste pasa a depender del Departamento de Salud y Servicios Sociales.
Un juez será quien determina si los padres y sus hijos son deportados o pueden quedarse en ese país. Entre el 19 de abril y el 31 de mayo, 1.995 niños fueron separados de sus padres al tratar de entrar en EE UU en cruces fronterizos oficiales, según estadísticas difundidas.
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