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Este miércoles el presidente de General Electric en América Latina, Daurio Speranzini Junior fue detenido en Brasil por su presunta participación en el caso Lava Jato.
Las investigaciones demuestran que el CEO habría implementado un esquema de fraudes en licitaciones del área de salud de Río de Janeiro.
Este fraude se efectuó en 1996, cuando entre la secretaría de Salud del gobierno de Río y el Instituto Nacional de Traumatología se desarrolló una trama fraudulenta para concentrar en un grupo de al menos 33 empresas las licitaciones del sector salud.
En el núcleo económico actuaban los principales ejecutivos de fabricantes multinacionales de equipamientos médicos, que organizaban las victorias en las licitaciones mediante el pago de comisiones a la compañía Oscar Iskin por un valor del 13% de los contratos, detalló la fiscalía.
Distintos miembros de Iskin confesaron que descalificaban a los competidores que no formaban parte del “cartel de proveedores”, en tanto que a los miembros les adjudicaban contratos por insumos médicos.
General Electric indicó que las acusaciones contra Saperanzini corresponden a un periodo en el que él estaba a cargo de otra empresa, por lo que aseguraron que colaborarán abiertamente con las autoridades.
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