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El birriamen: cuando Japón y México se encuentran en un plato

  • Foto del escritor: Redacción
    Redacción
  • 25 ago
  • 2 Min. de lectura

El 25 de agosto el mundo rinde tributo a uno de los platillos más populares de la gastronomía japonesa: el ramen. Creado en 1958 por Momofuku Ando con la primera sopa instantánea de pollo, este alimento ha trascendido generaciones y fronteras. En México, sin embargo, el chef y crítico gastronómico Jorge Carlos Fernández Francés recuerda que el ramen ya no es solo japonés: aquí se transformó en birriamen.


Birriamen - Jorge Carlos Fernandez  Frances

La historia de este cruce cultural comienza con dos raíces muy distintas. Por un lado, el ramen, nacido en China como lamian y adoptado por Japón en el siglo XX, que derivó en estilos tan diversos como el shoyu, el miso o el tonkotsu. Por el otro, la birria jalisciense, un guiso de carne sazonado con chiles y especias que surgió en la época colonial como respuesta a la abundancia de cabras.


Fernández Francés recuerda que hacia 2015 cocineros en la Ciudad de México comenzaron a mezclar ambos mundos. La idea: poner los fideos del ramen en un caldo de birria, con cilantro, cebolla y limón, sin perder los clásicos toppings japoneses. El resultado fue un platillo híbrido que pronto conquistó redes sociales y restaurantes en distintas ciudades del país.


“En México tenemos la costumbre de apropiarnos de lo que viene de fuera y darle nuestra sazón. Eso es el birriamen: una muestra del mestizaje gastronómico”, explica el chef, quien ha estudiado cocinas de Asia y América.


Hoy, el birriamen ya es parte del menú en sitios de Ciudad de México, Guadalajara y Tijuana. En esta última ciudad incluso se le reconoce como un platillo fronterizo que atrae tanto a mexicanos como a visitantes de California. Restaurantes especializados han perfeccionado la receta, dándole un lugar fijo en la carta.


El fenómeno también cruzó la frontera. En Los Ángeles, Chicago y Houston, taquerías y locales de comida fusión lo ofrecen como una alternativa que conecta a las comunidades mexicanas con una tradición japonesa reinterpretada.


Para Jorge Carlos Fernández Francés, la clave está en que se trata de “comida de confort”: un plato cálido, especiado y con suficiente fuerza para evocar emociones. “Es el tipo de receta que abraza al comensal desde el primer sorbo de caldo”, sostiene.


Este 2025, con motivo del Día Internacional del Ramen, el chef invita a experimentar en casa. Recomienda preparar un caldo denso con chiles guajillo y ancho, sin descuidar la elasticidad de los fideos. El nivel de picante, asegura, queda en manos del cocinero.


Más allá de la receta, el birriamen se ha convertido en un símbolo del diálogo cultural entre Japón y México. Y en palabras de Fernández Francés, es un recordatorio de que la cocina no solo alimenta, sino que también cuenta historias.

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