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Un ladrón fue liberado “por error” después de que un funcionario olvidó que lo tenía en las galeras, pues no ordenó que lo llevaran a prisión durante el tiempo establecido por la ley.
Los hechos sucedieron el domingo 23 de junio en la Fiscalía Desconcentrada en la alcaldía Venustiano Carranza, en su coordinación Territorial 3, cuando después de 60 horas, un funcionario se acordó que tenía un hombre en las galeras, pero al revisar su situación, el término constitucional ya había terminado, por lo que tuvo que ser liberado.
De acuerdo con la información otorgada por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ CDMX), el ladrón identificado como Fermín “N” había sido detenido infraganti junto con dos de sus cómplices, por lo que fueron remitidos al Ministerio Público.
Los tres hombres detenidos fueron acusados por el delito de robo pero solo dos de ellos fueron enviados al Reclusorio Oriente.
Fermín llevaba ya más de 60 horas preso, cuando un agente de la Policía de Investigación (PDI) encargado de la custodia, se dio cuenta de ello.
Al funcionario se le olvidó que lo tenía en las galeras y no ordenó enviarlo a prisión durante el tiempo que marca la ley y aunque en este particular caso existían todas las pruebas y evidencias para enviar al hombre a prisión, “por error” no se logró concretar su destino.
Según su relato, por la mañana llegó para relevar al compañero de la noche. Tras revisar uno a uno a los 13 detenidos que tenían encerrados en las galeras, descubrió que Fermín ya había excedido el término marcado por ley.
De inmediato lo reportó a sus mandos. Pero al informarle lo sucedido a la funcionaria Carina Bravo González, ésta le dijo que el sujeto ya debía estar en la cárcel.
“El Ministerio Público me informa que dicho detenido debería haber sido ingresado al Reclusorio Oriente desde el día anterior, ya que había sido judicializado”, relató el agente de PDI.
Por ley, el Ministerio Público cuenta con 48 horas para determinar la situación jurídica de los detenidos, y decidir si lo envía a prisión o libera.
Debido a estas fallas, a los funcionarios de la Procuraduría capitalina no les quedó más opción que darle su oficio de libertad.
Ahora, la Fiscalía para Servidores Públicos abrió una indagatoria para saber quién fue el responsable de los errores que permitieron dejar libre a un delincuente.
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